jueves, 20 de agosto de 2009
lunes, 3 de agosto de 2009

¿Quién no ha hecho de los viernes un viaje en el metro hasta Providencia? Ir a la plaza de las esculturas y rodar por ese pasto fosforescentemente verde, pasar al McDonald de Lyon, caminar hasta la cúspide de los caracoles viendo ropa, mochilas y cuadernos que no puedes comprar y después bajar corriendo como enferma, llegar hasta abajo bien bajo y querer vomitar de todos los mareos y vueltas de esos pasillos giratorios tan característicos. Ir al Portal, para seguir siendo una maldita consumista imaginaria, y gozar con ese pensamiento. Al final del día tienes hambre y sed pero ni un 20 para comprar algo, por que lo que trajiste lo gastaste en unos aros. Pero eran delirantes esos helados de ese día sin tareas! jajaja. Y las conversaciones ranceas deseando tener una cámara para inmortalizar a ese típico perro simpaticón protagonista de un momento de tu vida y que te matai de la risa al ver su lengua hasta el piso. ♥
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